lunes, 5 de noviembre de 2012

Educación y necesidades especiales

Alejandro Feijóo

Un informe elaborado por la Comisión Europea reclama un esfuerzo mayor en las políticas educativas de inclusión y exige dotarlas de la financiación adecuada.



En Europa viven cerca de quince millones de niños y niñas que presentan necesidades educativas especiales. A pesar de que su situación varía según el país de residencia, su integración en los centros ordinarios de enseñanza constituye un objetivo que está lejos de alcanzarse, según queda de manifiesto en el informe Educación y Discapacidad/Necesidades Especiales. Políticas y prácticas en educación, formación y empleo para estudiantes con discapacidad y necesidades educativas especiales en la UE, elaborado por la red de expertos europeos en ciencias sociales de educación y formación (NESSE) por encargo de la Comisión Europea.

El documento comunitario concluye que los sistemas educativos no realizan el esfuerzo suficiente para escolarizar a los alumnos con necesidades educativas especiales en los centros ordinarios de enseñanza y salvar las complicaciones que puede suponer esta integración. En este sentido, existe una fuerte disparidad en las oportunidades de acceso a la educación, a pesar de que la educación integradora de calidad resulta beneficiosa para todos los alumnos sin distinción. Así lo ha destacado la comisaria europea de Educación, Cultura, Multilingüismo y Juventud, Androulla Vassiliou, al afirmar que “la educación integradora no es una asignatura optativa; es una necesidad básica”.

Rigidez en los currículos

El informe especifica que para alcanzar dicha integración resulta necesario dar visibilidad a las necesidades de inclusión en los programas de formación y desarrollo profesional del profesorado. Además, destaca el papel desempeñado por monitores y profesores de apoyo en el proceso de integración. No obstante, alerta sobre las restricciones al gasto público que se están implementando en la mayoría de países europeos, en el sentido de que estos recortes pueden provocar un grave perjuicio y acercar al colectivo a situaciones de pobreza y exclusión social.

La Comisión Europea pone asimismo el acento en los planes de estudios de algunos países, a los que califica de “uniformes y rígidos” y alejar el objetivo de una educación integradora de calidad. También lo hace sobre la práctica de repetir curso y en la falta de fiabilidad de la información que proporcionan los Estados, que por lo general se encuentra desactualizada.

El informe también llama la atención sobre la situación de los niños carenciados de etnia gitana, que se encuentran “sobrerrepresentados” en las escuelas para alumnos con necesidades especiales, en especial los varones. Ello supone, de hecho, que se reduzcan sus oportunidades de integración y aumente el aislamiento, una situación que podría revertirse si los Estados realizaran una inversión adecuada para el desarrollo de sus competencias lingüísticas y prestaran más atención a las diferencias culturales. 


 




No hay comentarios:

Publicar un comentario