¿Y POR QUÉ NO INTENTARLO?
Vivimos en una sociedad modélica. Dentro de cada uno
de nosotros pensamos lo mejor del lugar donde vivimos, de nuestra tecnología,
de nuestro avance científico, de nuestros inventos, de nuestros logros, etc…
Hoy en día, uno se siente arropado porque el hombre ha
logrado tan grandes hazañas, siente que el hombre ha conquistado muchas
fronteras.
Uno se siente orgulloso de saberse manejar en esta
sociedad. Buena posición social y todo le va fenomenal. Es el número uno en su
trabajo, sabe navegar en sus negocios, siempre esta actualizado con la nueva
tecnología: posee el móvil última generación, el ordenador más rápido y
potente, los mejores programas informáticos, es hábil utilizando el Internet…
El individuo se ha conseguido integrar en la sociedad
y por ello se siente orgulloso. Sin embargo, no se da cuenta que vive olvidado
de si mismo y esto es un punto francamente muy grave para la educación de hoy
en día.
Nos hemos convertido en victimas de nuestros propios
inventos. Teóricamente, cada avance científico, cada invento tiene por objeto
el facilitarnos las cosas, el hacernos una vida mas cómoda y sencilla. Mas la
cruda realidad de los hechos, indica, que con cada avance científico el hombre
es más esclavo de sus inventos, pues cada vez existe más control en el mundo,
cada vez uno se hace más dependiente de objetos.
Donde uno antes
poseía 15 minutos de tiempo para tomarse un respiro o jugar con sus hijos, y
dedicarles unos minutos, ahora resulta que han inventado una maquina para
aprovechar ese tiempo… Rendimientos, producción, economía, balances… ¡Eso es lo
que importa realmente!
Nuestra atención es robada diariamente con los
telediarios, noticias deportivas, política, programas basuras, prensa rosa,
tele-novelas, video-juegos, periódicos, revistas de toda índole… todo esto dos
factores son navajas de doble filo, que con un buen uso podrían ayudar y hacer
avanzar a todos los niveles educativos a las futuras generaciones, de hecho,
todos critican esos programas, sin embargo es el tema de conversación actual en
cualquier lugar que nos encontremos. Así decimos “estar a la última”. Estos
lamentables sucesos diarios no son para nada educativos y es de vital
importancia corregir los factores que han de ser corregidos, para que las futuras
generaciones tengan una base educacional fuerte.
En lo general, si somos sinceros con nosotros mismos,
nos daremos cuenta que estamos cargados de deseos insatisfechos, pero son
deseos generalmente generados por nuestro entorno. Por nuestra mente pasan
pensamientos de toda índole, deseamos una noche maravillosa con aquel actor u
actriz que vimos en tal película. Deseamos un automóvil mejor que el vecino. El
guardarropa de las revistas de moda… En definitiva, uno quiere tener una mejor
casa, una mejor familia, un mejor estatus, un mejor sueldo, una mejor
situación… y no nos educan para que sepamos que no es necesario tanto para
vivir, sino para que seamos los mejores y equívocamente a que cuando mas
tengamos mejor vamos a vivir.
Los niños ya
no saben jugar y divertirse sanamente. Queremos un niño modélico, que se este
quietecito, que no llore, que sea el mas guapo de todos, que de mayor, sea, por
lo menos, ingeniero.
A muchos niños se les desquita el pecho de su madre,
según eso, para que la madre pueda recuperar su línea. Se le niega al niño la
leche materna, tan esencial para su correcto desarrollo. Si esto es un buen
ejemplo para las futuras generaciones, perdónenme pero no lo he entendido.
Pronto se ve envuelto en guarderías. Y a poco crecer
se le enseña a estarse quietecito delante de la televisión, viendo programas de
dibujos animados. No pasa mucho tiempo cuando al niño se le regala el primer
video-juego, que en muchos casos es de violencia, poco educativos y
mayoritariamente dirigidos a un publico de edad superior.
Los niños ya no saben correr, divertirse sanamente
utilizando la imaginación, la fantasía, innovando juegos... Se les da todo
hecho. Por desgracia se les esta enseñando que es un derecho recibir el juguete
nuevo de cada día.
¿A dónde queremos llegar con tales comportamientos,
con tales conductas?
Si uno se detiene a pensar y a realizar un repaso de
su vida, tratando de encontrar aquellas escenas, aquellas vivencias que
realmente le hicieron feliz, entonces se dará cuenta que nada tienen que ver
con lo citado anteriormente, porque la felicidad es un estado interior y cuando
una persona vive desde la educación y el respeto, es preciso que encuentre el
camino para ser feliz. No tiene nada que ver con lo que uno posea o deje de
poseer, con el cargo que uno ocupa o deje de ocupar, con su posición social,
con su currículo. La mayor felicidad se encuentra en nuestro corazón, dentro de
nosotros mismos, en nuestro mundo interior, fuera de los límites del mundo
exterior, y nuestra felicidad esta en ser maestros y como maestro debemos saber
que la ignorancia conlleva sufrimiento, por lo que el saber conlleva alivio y
felicidad, así pues debemos saber que la educación es el medio hacia el saber y
de ahí su importancia.
Como futuros maestros, tenemos que mostrar al mundo,
que se puede, que es posible y que no nos conformamos con que todo valla mal,
porque la sociedad tal y como la conocemos, la hemos creado nosotros, y si
nosotros somos la causa, nosotros podemos ser perfectamente el cambio.
Como instructores tenemos que ser conscientes de que
la sociedad del mañana será un reflejo de como nosotros hemos educado a los
niños, y es que quizás Juanito el de la tercera fila que tira bolas de papel,
sea algún día un gran empresario que gracias a la educación tratara bien a los
tres mil trabajadores que tiene a su cargo, o quizás gracias a motivar a
Jorgito, se descubre la cura contra el cáncer.
Y la propuesta es ¿y porque no intentarlo?
Cada cual de nosotros se encuentra en el lugar exacto
en el momento preciso, ¿Por qué no intentar cambiar las cosas? ¡Si las
situaciones las hemos creado nosotros mismos!
Nada existe
por casualidad, por capricho de naturaleza y nosotros no vamos a ser la
excepción, ¿Por qué no ser el antes y el después para el mundo? Si se hiciera
entender que es posible, la gente quizás se pondría manos a la obra, pero
generalmente, los entretenimientos cubren ese tiempo.
Podemos pensar que todo es fruto de una gran
casualidad, que estamos aquí por un completo azar, que elegimos esta carrera
por casualidad. Cada cual que piense lo que quiera, pero quien resuelve de esa
manera, deja pasar su vida sin sacarle provecho.
Pero la realidad es que muchos pocos son muchos, y hay
mucha gente que busca acabar con la ignorancia y cambiar este mundo para bien,
hacer de la educación un requisito indispensable para vivir.
Yo como futuro maestro, debo decir, que por poca gente
que sea, por pocos que sean a los que pueda ayudar, yo voy a intentarlo.
José
David Sanfelix Martinez
2º
Magisterio Alzira
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